Una colección impresionante, aunque mártida, de restos mumificados de diferentes épocas de la historia de la región.
Los restos del siglo XIX de una mujer desconocida.
La mayoría de los restos мuммificados, como se evidencia en sus vestimentas, pertenecen a personas que vivieron en el pueblo y alrededores a finales del siglo XVIII y XIX. Se dice que varios de estos tienen finales violentos, con un matrimonio que se unió a una mujer que probablemente fue envenenada con veneno para ratas y otro asesinó a mis andiditos que robaron algo de oro en pepitas que había encontrado en la montaña. El museo también afirma que dos de sus museos son mucho más antiguas y pueden pertenecer al pueblo indígena Cacaxane que alguna vez habitó las Sierras de Jalisco.
La familia de Don Pedro Liebres, quien supuestamente encantó a sus Ƅanditos después de encontrar oro en las montañas.
Los ritos funerarios de los Cacaxane eran muy inusuales en Mesoamérica. Los cuerpos enterrados en triƄes en las tumbas se conocen como “tomos de pozo”, donde el cadáver se enterraba de pie o con las piernas cruzadas. La aridez de la región y esta práctica funeraria resultaron especialmente idóneas para provocar la muMificación de los restos humanos. Pero debido a que los Cacaxane fueron llevados a la extinción por los conquistadores españoles en una combinación genocida de pandemias de enfermedades y guerra, sigue siendo un misterio si los triƄes mataron a sus ᴅᴇᴀᴅ de esta manera intencionalmente para crear мuммies o si esto ocurrió como un proceso natural.
El мuммy del guerrillero “cristero” (y su fusil) fusilado a principios del siglo XX
Muchas más de las exhibiciones en el museo son de la época de la rebelión cristera, una insurgencia católica que tuvo lugar en el período posrevolucionario de la década de 1920. La revolución fue una respuesta a los intentos del gobierno secular mexicano de poner fin al control político ejercido por la Iglesia Católica en las zonas rurales del centro-oeste de México. La guerra resultó ser un conflicto particularmente sangriento y prolongado en la región de Jalisco, donde la mayoría de la población jalisciense sostenía fuertes creencias y tradiciones católicas y se negaba a someterse a la autoridad centralizada del gobierno.
Una de las supuestas мuммies prehispánicas de Caxcane.
Las supuestas мuммies prehispánicas.
Cráneo momificado en una hoja de palma
La posterior ocupación de la región por parte de las tropas gubernamentales llevó a que un gran número de jóvenes de fe católica se unieran a la guerrilla “cristera”. El trato brutal de los soldados gobernantes y la retórica frenética y fanática de los sacerdotes clandestinos convencieron a muchos de que el apocalipsis estaba cerca y que el presidente de México era el diablo.
La familia de una mujer que aparentemente murió después de ingerir veneno para ratas por error, siglo XIX.
Se estima que entre 30.000 y 50.000 personas perdieron la vida durante esta guerra de cuatro años, por lo que los estudiosos creen que el número de muertos fue, de hecho, mucho mayor. Uno de los cuerpos camuflados en el museo, exhibido con su rifle, tiene fama de ser los restos de un poderoso comandante guerrillero local que fue capturado y fusilado por un pelotón del ejército en el apogeo de la rebelión cristera.