A pesar de que Ancelotti se dejó a buena parte de su equipo titular en Madrid para debutar en Copa, lo cierto es que cuando se hizo oficial el equipo titular de los blancos en Cáceres más de uno en el Príncipe Felipe saltó de felicidad. Tchouameni, Camavinga, Rodrygo, Militao… Hazard. Hablamos de jugadores de primerísimo nivel, algunos de ellos incluso titularísimos. Carlo no quería sorpresas y puso un ‘11’ más que aseado.
Como era de esperar, el Cacereño empezó el partido mordiendo. Esa mordiente le duró los primeros 10 minutos, tiempo suficiente como para ver a Odriozola de espaldas siendo presionado por dos rivales en área propia o a Nacho retorcerse de dolor por una patada a destiempo de un rival.
20 minutos y el césped ya estaba imposible
El Madrid no estaba cómodo, cada control era poco menos que un dolor de muelas y, además, el campo empezaba a ponerse cada vez más difícil. La hierba se levantaba con mucha facilidad y el riesgo de lesión, además de la evidente complicación técnica, crecía como la espuma. El partido era feo, tosco, sin ocasiones. No era el escenario ideal para los de Ancelotti.
Doble cambio de Ancelotti al descanso
Al descanso, las caras de los jugadores del Real Madrid y del mismo Ancelotti reflejaban el poco feeling que había sentido el equipo durante los 45 minutos iniciales. El técnico del Madrid movió el banquillo en el intermedio dando entrada a Rudiger y a Valverde en lugar de Tchouameni y Militao. Dos cambios pactados antes del choque para darle algo de rodaje a los internacionales por Francia y Brasil, respectivamente.
El Madrid seguía sin encontrarse cómodo aunque es cierto que se notaba un pequeño cambio en relación al primer acto. Y es que los de Ancelotti empezaban a encontrar más ocasiones para correr, para desplegarse, algo que durante los primeros 45 minutos apenas se había visto. Además, el paso del tiempo, al menos a priori, hacía pensar que el Cacereño iría cayendo físicamente.
Ancelotti quitó a Hazard a los 67 minutos. El belga volvió a pasar sin pena ni gloria por el encuentro, no lo hizo ni bien ni mal, es que ni se le vio. Cosas del destino, apenas un minuto después de que el ex del Chelsea se fuera del campo, el Real Madrid se iba a adelantar en el marcador.
Golazo de Rodrygo
Iba a ser Rodrygo Goes, que tenía pendiente una dedicatoria para Pelé, el que adelantara a los blancos con un golazo. El brasileño agarró la pelota, se fue de dos defensas con un quiebro sublime, y dibujó una comba perfecta para poner el balón lejos del alcance del portero. Una grandísima acción individual que le daba al Madrid el 0-1 en el primer tiro realmente peligroso de los merengues en todo el partido.
El Real Madrid había logrado su objetivo, adelantarse en el marcador y ya sólo tenía que nadar y guardar la ropa. Eso sí, la idea era no sufrir un acoso y derribo de última hora por parte del rival. El Cacereño, fundido físicamente, no dejó de repartir estopa hasta el final del encuentro. Por suerte, el cuadro de Ancelotti no tuvo que lamentar ningún problema físico extra, además de unas molestias de Odriozola. Los blancos sellaron su pase a octavos con un golazo pero con lo justo en un campo casi impracticable. Trabajo hecho.
Ficha técnica
Cacereño 0: Iván Moreno; Gomis (Pedro 81’), Molina, José Martínez, Aguado; Clausí, Telles (Bermu 75’), Carmelo (Karim 46’), Iván Fernández; Grande y Manchón
Real Madrid 1: Lunin, Lucas Vázquez, Militão (Rudiger 46’), Nacho, Odriozola (Vallejo 51’), Camavinga, Tchouaméni (Valverde 46’), Ceballos, Asensio (Arribas 80’), Rodrygo y Hazard (Álvaro Rodríguez 67’)
Gol: 0-1 Rodrygo (68’)
Árbitro: Cuadra Fernández. Amonestó a Tchouameni, Manchón, Iván Fernández, Bermu, Pedro, Camavinga
Estadio: Príncipe Felipe.
Source: onefootball.com